Calor

El calor me esta matando. Así, como lo digo. Si mañana no me encuentran en MSN o no contesto el teléfono es porque no sobreviví a este calor.
Algunos me dirán que no es para tanto, que es soportable y “weona, deja de quejarte tienes piscina”, pero ustedes no sabes donde mierda vivo y como es el aislamiento de esta habitación. Ya, no me queda otra que andar sin ropa por la casa y tratar de pelarme.

Realmente envidio a la gente que tiene una playa cerca o es afectada por ese peculiar (por decir algo) viento marino; pero bueno… vivir en la costa creo que igual tiene sus desventajas, el olor no es de los mejores.
En cambio el sur. No hace calor, llueve bastante y si tienes la suerte puedes ver nevar (obviamente solo en invierno). Pero no esta absento de esas olas esporádicas de calor. Y no es un calor seco como el de Santiago, es un calor húmedo, ese donde aunque estés a la sombra la ropa se te sigue pegando. Te sofoca y no te deja pensar, aunque realmente este, esta logrando el mismo efecto, pero dejémoslo piola.

En estos días te nace la añoranza de esos días lluviosos y fríos, donde no te queda tiempo ni para respirar, ya que tienes todo sistemáticamente sincronizado con los trabajos que tienes pendientes para el día siguiente y el tiempo casi muerto que pierdes en la locomoción. Esos días donde el solo hecho de estar sentada frente al PC hace que se te hiele la nariz o los dedos de tu mano; donde no puedes caminar sin sentir un aire frió recorrer tu frente o tus piernas y por lo general acompañada de esa tos o estornudos de resfrió, o ya mas grabe, una puta gripe. Pensar en eso me hace pensar en que igual es agradable tener 636.6º a la sombra.
Pongo la televisión, veo a la Constanza Santa Maria hablando de esta ola de calor, el solo hecho de nombrarlo me hace seguir meditando.

Alguien por ahi dijo que la temperatura era interesante. No le encuentro mucho que entregar a un indicador.

Ya, me voy a vestir. La piscina me espera.


Sorry, pero es lo unico que ronda mi cabeza en estos momentos.